Pasta Frola: Receta Clásica y Deliciosa

La pasta frola es uno de los postres más queridos y tradicionales de la repostería argentina, especialmente popular en las tardes de merienda. Con una masa suave y crujiente y un relleno de dulce de membrillo o dulce de leche, es el tipo de pastel que nunca pasa desapercibido. Además, su sabor ligeramente dulce y su textura perfecta hacen que sea un postre que conquista a todos, sin importar la ocasión. Ya sea para acompañar el café, en una reunión familiar o en cualquier celebración, la pasta frola es siempre un éxito.

En esta receta, te enseñaremos cómo hacer una pasta frola clásica, fácil de preparar y deliciosa. Aunque es un postre muy sencillo, el resultado es simplemente exquisito. Con un toque de limón en la masa y la suavidad del dulce de membrillo o dulce de leche, ¡seguro que esta receta te encantará!

Por qué te encantará esta receta

La pasta frola es un postre que combina lo mejor de dos mundos: la suavidad de su masa quebrada con la dulzura de su relleno. La receta es muy fácil de seguir, incluso para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina, y lo mejor es que puedes personalizar el relleno según tus gustos. Aunque el dulce de membrillo es el más tradicional, también puedes optar por dulce de leche o mermeladas de frutas. Además, su versatilidad te permite disfrutarla en cualquier momento del día, ya sea para una merienda o como postre para una comida especial.

Beneficios principales:

1. Fácil y rápida: La receta no requiere muchos pasos complicados, y se puede hacer en menos de 1 hora.
2. Versátil: Puedes variar el relleno según lo que tengas a mano, desde dulce de leche hasta mermeladas o frutas frescas.
3. Textura perfecta: La combinación de la masa crujiente con el relleno suave y dulce crea una textura irresistible.
4. Ideal para compartir: Este pastel es perfecto para compartir en reuniones familiares o con amigos.

Ingredientes

Para la masa:

• 250 g de harina de trigo
• 125 g de manteca (mantequilla) fría
• 100 g de azúcar
• 1 huevo
• 1 cucharadita de polvo de hornear
• Ralladura de 1 limón
• 1 pizca de sal

Para el relleno:

• 300 g de dulce de membrillo (o dulce de leche, si prefieres)
• 2 cucharadas de agua
• 1 cucharadita de azúcar (si usas dulce de membrillo)

Para decorar:

• 1 huevo batido (para pincelar la masa)
• Azúcar glas (opcional, para espolvorear al final)

Preparación

1. Preparar la masa

En un bol grande, coloca la harina, el polvo de hornear, la pizca de sal y la ralladura de limón. Mezcla bien los ingredientes secos. Agrega la manteca fría cortada en cubos pequeños y, con las yemas de los dedos, trabaja la manteca con la harina hasta que obtengas una mezcla arenosa.

Añade el azúcar y el huevo, y mezcla todo hasta formar una masa. Si la masa está demasiado seca, puedes agregar una cucharada de agua fría para unirla mejor. Forma una bola con la masa, cúbrela con plástico adherente y deja reposar en la nevera durante unos 20-30 minutos. Esto ayudará a que la masa sea más fácil de estirar.

2. Preparar el relleno

Mientras la masa reposa, corta el dulce de membrillo en trozos pequeños y colócalo en una cacerola. Añade las dos cucharadas de agua y calienta a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que el dulce se derrita y se forme una pasta suave. Si usas dulce de leche, simplemente colócalo en un bol y remueve un poco hasta que tenga una consistencia suave.

Si el dulce de membrillo está muy espeso, puedes añadir un poco más de agua para lograr la consistencia deseada. Si el dulce de membrillo es muy ácido, puedes añadir una cucharadita de azúcar para equilibrar los sabores.

3. Estirar la masa

Saca la masa de la nevera y, sobre una superficie enharinada, estírala con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 0.5 cm. Enmanteca y enharina un molde para tarta o usa uno con base desmontable (preferiblemente de unos 22-24 cm de diámetro). Coloca la masa estirada en el molde y presiona suavemente para que se adhiera bien.

Recorta los bordes sobrantes y reserva una parte de la masa para hacer las tiras decorativas. Puedes hacer esto con las manos o con un rodillo, estirando la masa en tiras largas de aproximadamente 1 cm de grosor.

4. Montar la tarta

Vierte el relleno de dulce de membrillo derretido (o dulce de leche) sobre la base de masa, extendiéndolo uniformemente con una espátula. Luego, coloca las tiras de masa en forma de rejilla sobre el relleno, cubriendo la tarta.

Pincela las tiras de masa con el huevo batido para que queden doradas al hornearse. Esto también ayudará a que la masa tenga un brillo bonito. Si te sobra masa, puedes hacer decoraciones adicionales, como bordes o figuras, para decorar la parte superior de la tarta.

5. Hornear

Precalienta el horno a 180°C (350°F) y hornea la pasta frola durante unos 35-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente. La tarta debe tener una costra dorada y el relleno ligeramente burbujeante.

6. Dejar enfriar y servir

Cuando la pasta frola esté lista, retírala del horno y deja que se enfríe completamente en el molde antes de desmoldarla. Esto permitirá que la tarta se asiente bien y se corte con facilidad. Una vez fría, puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima para darle un toque dulce y decorativo.

7. Servir

Corta la pasta frola en porciones y sirve como postre o para acompañar una buena taza de té o café. ¡Listo para disfrutar!

Variaciones

• Con dulce de leche: En lugar de dulce de membrillo, puedes usar dulce de leche para una versión más suave y cremosa. Esta variante es especialmente popular en Argentina y en otras partes de América Latina.
• Con mermeladas de frutas: Si prefieres un toque más afrutado, puedes sustituir el dulce de membrillo por mermelada de frambuesa, durazno o cualquier otra fruta que te guste.
• Pasta frola con frutas frescas: Puedes incorporar frutas frescas como manzanas, peras o duraznos en rodajas finas para un toque de frescura adicional.
• Con un toque de licor: Si te gustan los sabores más intensos, puedes añadir unas gotas de licor de naranja (como Cointreau) o ron al dulce de membrillo derretido para un sabor más sofisticado.

Porciones y tiempos

• Tiempo de preparación: 20-30 minutos
• Tiempo de reposo de la masa: 20-30 minutos
• Tiempo de cocción: 35-40 minutos
• Tiempo total: 1 hora y 30 minutos (aproximadamente)
• Porciones: 8-10 porciones

Almacenamiento y recalentamiento

La pasta frola se conserva bien a temperatura ambiente durante 2-3 días, si se guarda en un recipiente hermético. También se puede refrigerar si prefieres que dure más tiempo, pero es mejor dejarla reposar a temperatura ambiente antes de servirla para que recupere su textura crujiente.

Si quieres recalentarla, puedes hacerlo en el horno a 150°C durante unos 5-10 minutos para que recupere su frescura.

Preguntas frecuentes (FAQs)

1. ¿Puedo usar otra fruta en lugar de dulce de membrillo?

Sí, puedes usar dulce de leche, mermeladas de frutas o incluso frutas frescas para hacer la pasta frola más ligera y fresca.

2. ¿Puedo hacer la masa con antelación?

Sí, puedes hacer la masa con antelación y guardarla en el refrigerador durante 1-2 días antes de usarla. También puedes congelarla si deseas tenerla lista para cuando la necesites.

3. ¿Puedo hacer la pasta frola sin huevo?

El huevo en la masa le da suavidad y color, pero puedes intentar hacer la receta sin huevo. En su lugar, puedes usar un poco más de manteca o agregar una cucharada de agua para darle elasticidad a la masa.

4. ¿Cómo puedo hacer que la masa quede más crujiente?

Asegúrate de no agregar demasiada agua a la masa, ya que esto puede hacerla más blanda. También es importante que la masa repose en el refrigerador antes de usarla, lo que le ayudará a mantenerse más crujiente.

Conclusión

La pasta frola es una receta clásica que nunca pasa de moda. Con su deliciosa masa quebrada, su relleno suave y dulce, y su sencillez en la preparación, es el postre perfecto para cualquier ocasión. Ya sea que prefieras el dulce de membrillo, el dulce de leche o mermeladas de frutas, este pastel es siempre una opción ganadora. ¡Anímate a probar esta receta y disfruta de un pedazo de tradición en cada bocado!

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